martes, 24 de junio de 2014

I Trail Amanecer en Doñana

Una noche recibí un mensaje por Whatsapp de un amigo en el que me contaba que se iba a celebrar una prueba desde Huelva hasta El Rocío, 62 Km!!! Mi respuesta fue que estaba loco, que eso era una pasada y que conmigo no contara. En media hora empezamos a preguntarnos que cuándo se abría el plazo de inscripciones. Una hora después ya éramos cuatro. Sin darnos cuenta estábamos preparando nuestras mentes para dicho evento.
Fran Maldonado, el "culpable", y Luis García, el "instigador, fueron los que me llevaron a iniciar este reto.  De eso hace ya unos tres meses y medio, y en ese tiempo ocurrieron muchísimas cosas.

De pensar que esa distancia era demasiado para mi, pasé a buscarme un plan de entrenamiento para dicha prueba. Y me senté con Luis para diseñar un calendario de entrenamiento, el cual fuese compatible con nuestros horarios laborales (trabajamos a turnos), con los fines de semana con la familia, con las comuniones de nuestros hijos, con las vacaciones de Semana Santa, y con lo que nos sobraba, encajarlo en un cuadrante e intentar ser lo mas disciplinado posible para lograr nuestros objetivos.
Habíamos dado el primer paso. Estabamos dispuestos a entrenar para llegar a esta prueba y superarla dentro de cada una de nuestras reales posibilidades. Sólo había un objetivo común, acabarla.

Y llegó el día en el que se abrió el plazo de inscripciones, y allí estábamos inscritos cuatro personajes que no sabíamos que iba a pasar, Fran, Emilio, Luis y yo. Nuestros dorsales delatan la celeridad de nuestras inscripciones. Pero no quedó ahí la cosa, se sumó un quinto elemento, Ricardo Ruíz "Riki".

Y no digo un sexto porque sería muy injusto con él. Es algo más. Un amigo que se dedicaba a realizar caminatas, que nunca se había colocado en la línea de salida de ninguna carrera y al que animamos a participar en esta aventura, Antonio Pascual.

Seis personas, seis objetivos, seis historias, seis formas de entrenar, seis maneras de correr, seis aventuras.



                              


 Y sonó la bocina del barco que daba la orden de salida. Nuestros relojes marcaban las 00:00 horas de la medianoche del 21 de junio de 2014, solsticio de verano en el muelle de Huelva. Desde allí, 400 almas buscaban la meta de las arenas marismeñas de El Rocío. Bajo un cielo cubierto de estrellas, comenzó nuestra aventura. Con nuestras mochilas a la espalda, cargadas de los ánimos en forma de mensajes, llamadas y abrazos de nuestros amigos, familiares, gente que nos aprecia, que sabe valorar nuestro esfuerzo y sacrificio diario. Y con el aún reciente recuerdo óptico de nuestros hijos y mujeres, que estuvieron en la línea de salida, que nos ayudaron con nuestros dorsales, con la vestimenta, con su calor. Y que nos apoyaron y nos siguieron en cuerpo y alma durante cada uno de los 62 Km que recorrimos.
Que espectacular fue el paso por el Club Marítimo. Fue algo increíble sentir el aliento de todos los allí congregados y seguir por la Punta del Sebo, donde hubo quien abandonó su barbacoa para animar, junto a la cantidad de familiares nuestros que aparcaron allí sus coches para volver a darnos sus últimos aplausos antes de llegar a la meta. GRACIAS!!!!!



Después llegaron los avituallamientos, con los voluntarios del Club Androx. Siempre animando, siempre, entregados a los corredores y siempre con una sonrisa. La Cruz Roja colaborando en todo lo que hizo falta, y la Guardia Civil haciéndonos fácil los pasos de cruces. Los voluntarios que se pasaron toda la noche sentados en el sillín de sus bicicletas. Los fotógrafos de lavidaencarrera.com .A todos ellos, GRACIAS!!!

Y a la fantástica organización, tan solo decirles que es maravilloso correr en un evento pensado para los corredores. Enhorabuena y os animo a que continuéis realizando esta prueba.






Y llegamos a la aldea almonteña, y la atravesamos hasta alcanzar su marisma. Encaramos la última recta y veíamos la premeta, y la Meta, y la gente, y la Ermita de la Virgen del Rocío. Y después de pasar toda la noche corriendo, las piernas se nos iban. Y cada vez íbamos más rápido. Y subimos la rampa de la Meta. Y alcanzamos nuestro OBJETIVO. Nuestro objetivo con mayúsculas, nuestro reto personal. Y se acabó el sufrimiento, dando paso a la emoción contenida durante tres meses y medio. Y lo logramos. Si alguno dudaba de nuestro objetivo, ahora se estará arrepintiendo. No sabía que cada uno de nosotros tenía su motivación, y que eso le llevaría a la gloria alcanzada en lo más alto de esa rampa.

No ganamos la carrera, no estábamos en el podio, pero todos nos sentíamos ganadores. Luis García, Ricardo Ruíz, Fran Maldonado, Antonio Pascual, Emilio Palma y un servidor, Manuel López, cumplimos con nuestros objetivos, y cada uno de vosotros, que leéis este artículo, habéis colaborado a que lo consiguiésemos.

¡¡¡GRACIAS!!!!








Ni una hernia, ni una rotura fibrilar, ni una pájara en una tirada larga, ni unos pies destrozados, ni un embarazo, ni un mal día nos impidieron cumplir nuestro propósito.








2 comentarios:

  1. Me has emocionado... qué bonito lo has contado!!!
    Así sucedió, exactamente como lo has escrito.
    Un fuerte abrazo amigo mío, ésto no lo vamos a olvidar nunca... EQUIPAAAZOOO!!!

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